10 abril 2008

Importante para mi.


Esto me ocurrió el verano pasado.

La verdad es que no fué nada agradable, pero si importante para mi. Por eso lo traslado a este blog. Lo tenia en el anterior que tenia abierto, y no quiero perderlo.


Reponiendome. (Como el mono vence al grillo)
Creo que voy reponiendome.
Desde hace ya unas cuantas semanas, no cogia la moto. Estaba acojonado.
La semana de vacaciones, ademas, ha sido el pretexto perfecto para no tocarla.
Desde el día que ví a mi amigo Gus, caer y golpear con el asfalto, dar un par de veces contra el guardarrail, y al avalanzarme sobre el, ver que estaba inconsciente, no he tenido ganas de coger la moto.
Reconozco que el viaje de vuelta a Madrid, desde Cotos hasta La Paz, puede que sea mi ruina en puntos de carnet y tela marinera, por que lo hice en poco mas de 40 minutos. Pero tenia que saber que habia pasado con Gus. La angustia por los peligros era inferior a la que sentia por mi amigo.
Cuando llegué por la tarde a casa, aparqué la moto en el garaje, la puse sobre el soporte trasero, la pase un paño para quitar los mosquitos y el polvo del día, y la tapé con la funda. "Hasta luego", le dije. Pero dentro de mi, pensaba que tambien podia haberla dicho "Hasta mañana, o pasado, o al mes que viene, ......". Desde luego no tenia ninguna gana maldita de montar mas en moto.
Hablar un par de días despues con Gus, fué reconfortante. La familia te dice que va mejor, que está bien, pero hasta que no hablas con el, no quedas tranquilo.
Gus ademas, está animado, con ganas de recuperarse y volver a montar en su preciosa BMW, despues de que pase por el "quirofano", claro está, por que la pobre quedo un pelin maltrecha.
Pasan los días, y cada vez miro con mas nostalgia el casco sobre el armario de la entrada. Al garaje no he pasado.
Justo el viernes antes de irme de vacaciones, se jode el coche. No la cojo. Bajo al trabajo en bus y alquilo un coche para irme de vacaciones.
Veo muchas motos por el camino. Muchas motos en la costa. Mucho gilito en chanclas, con manos desnudas y cascos quitamultas.
- Soy gilipollas.
Ayer he vuelto a casa. Aparcar el coche, sacar los trastos, tomarme una cerveza que venia seco y fuí al garaje.
Hoy la he cogido. Un poco raro al principio. Gasolinera, deposito lleno, presión de los neumaticos, dos veces por si acaso, y bajada del puertillo que hay desde mi casa hasta el trabajo.
Ganó el mono.
(La de arriba, mi jacapaca, hace unos cuantos años.)