Incluso, mire muchas en Internet, de segunda mano y con algún que otro año a la espalda, por que no me gustan demasiado los modelos actuales, y buscaba algo que me transportara de nuevo a mis tiempos campestres. Bultaco, Ossa, Puch, Montesa. Muchas puedes encontrar por la red, pero hay que joderse a que precios.

Jodio, esa es la palabra.
Para los que conozcan la sierra de Guadarrama, en Madrid, y montaran en moto por allí en los 70’s y 80’s, recordaran que quitando lo vallado por particulares, no había limites. O casi.
Yo salía de Becerril de la Sierra por la parte del cementerio, subía por las pistas a la presa de arena que había sobre Cerceda. De allí podías bajar por caminos entre bosque de pinos hasta la Barranca, tocar el asfalto para cruzar la carretera del puerto de Navacerrada, bajando por la presa hasta Cercedilla. Desde allí coger los caminos de Campamentos y subir el puerto de Navacerrada sin tocar de nuevo el asfalto. Subir Guarramillas hasta Cabeza de Hierro, eso ya era para campeones, pero se podia. La moto podía llegar a cualquier sitio.

Pero a lo que vamos. Desde hace ya bastante tiempo, no está permitido montar en moto de campo por el campo.
No he descubierto nada nuevo, seguro que todos lo sabéis.
No puedo explicarme como seguimos teniendo buenos pilotos de cross, campeones mundiales de trial y enduro, y grandes luchadores en las carreras de raid. Pero ahí está el tema. Moto de campo, no gracias.
Pues resulta que en otros sitio, y me jode que sea en USA, pero como muchas veces pasa, van por delante no solo 10 o 20 años, sino 50 y 60 también, existen lo que allí llaman zonas recreativas para vehículos off-road.
Y un claro ejemplo de ello es El Mirage.
El Mirage es una zona semi-desértica, al norte del Mojave y junto a la localidad de San Bernardino, muy cerca de Los Ángeles.

Esta dividido en cuatro zonas. El desierto propiamente dicho, llamado Twin Hills. Shadow Mountains, junto a las colinas que delimitan la zona. La cuenca del Mirage, que es el lecho del rió, normalmente seco. Y el lago seco de El Mirage.
En estas cuatro zonas, y siguiendo unas reglas de obligado cumplimiento, se puede practicar todo tipo de especialidad off-road a motor que podamos imaginar.



Pues resulta que El Mirage, lago seco de fondo arcilloso, no salino, es otro rincón del mundo donde también se hace historia. Tal vez no con tantos medios. Mas de preparaciones artesanales, de pequeños constructores y modificadores californianos, pero donde casi a diario alguien se pone un casco y pone su loco cacharro al máximo de sus posibilidades.


Resulta que en un país, con una gran tradición motera, como es el nuestro, y además con una gran tradición de campo y grandes éxitos, nunca hemos tenido y por supuesto tampoco nos hemos planteado, tener una reserva donde dar gusto al acelerador sobre la arena. Y no creo que hicieran falta cientos de estos sitios. Somos muchos los que nos cruzamos medio país para pasar un día en un circuito de velocidad. No hay plazas, están todos y todo el año llenos. Con una decena de ellos, bien preparados y repartidos, seguro que cubríamos muchas “necesidades”.
Pero claro, si hay problemas para dar terreno al Ejercito para que practique, imagínate a un grupo de moteros para que se desfogue.
El Mirage, bonito nombre. Bonito sitio. Soñaré con el.

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